1. limpieza regular: limpiar regularmente la superficie del altavoz y eliminar la suciedad y la corrosión que puedan adherirse. Limpie con detergentes suaves y paños blandos y evite el uso de productos químicos corrosivos como ácidos fuertes y álcalis fuertes.
2. inspección y reemplazo: comprobar regularmente el Estado del altavoz. Si se detecta corrosión, desgaste o grietas obvias en la superficie, se debe reemplazar el nuevo altavoz a tiempo para no afectar el efecto de extracción y la seguridad del equipo.
3. lubricación: lubricar los puntos de contacto del altavoz con otros componentes del equipo, reducir la fricción y el desgaste, prolongando así la vida útil del altavoz.