La máquina de encaje ultrasónico de Jiayuanda emplea vibraciones de alta frecuencia (típicamente 20-35 kHz) para generar energía térmica, que fusiona múltiples capas de material bajo presión, logrando una unión eficiente, precisa y sin costuras. Esta tecnología elimina la necesidad de costuras tradicionales o adhesivos químicos, creando costuras totalmente selladas que bloquean efectivamente la penetración de líquidos y microbianos, cumpliendo con los requisitos de alta protección de las batas quirúrgicas. Las ventajas clave incluyen: alta resistencia de costura post-soldadura, capaz de soportar el estiramiento quirúrgico y la fricción; bordes lisos y sin rebajas para mejorar la comodidad del usuario; y la capacidad de cortar y sellar simultáneamente formas complejas (como manguitos y collares) en un solo paso, lo que lo hace adecuado para materiales compuestos como tela no tejida de PP y película de PE. En comparación con la costura convencional, la soldadura por ultrasonidos es significativamente más rápida (0,5-2 segundos por soldadura) y no requiere consumibles (por ejemplo, hilo), lo que reduce los costos de producción y permite la fabricación automatizada a gran escala. Sin embargo, es esencial asegurarse de que el material contenga componentes termoplásticos (por ejemplo, poliéster o polipropileno) y optimizar la presión, la frecuencia y otros parámetros para evitar la sobrefusión o enlaces débiles. A medida que avanzan los estándares de protección médica, la soldadura por ultrasonidos está emergiendo como un proceso de fabricación de vestidos quirúrgicos convencional debido a sus atributos ecológicos y de alta eficiencia.